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12 puntos a considerar al comprar un NAS

Si lideras una oficina que produce y almacena fotos, vídeos y archivos de audio, entonces seguramente querrás considerar la posibilidad de adquirir un dispositivo network-attached storage (NAS). Estos dispositivos de almacenamiento de alta capacidad permiten a varias personas alojar y acceder a archivos grandes y grandes cantidades de archivos pequeños dentro y fuera de la oficina.

Los dispositivos NAS también son excelentes para realizar copias de seguridad de archivos y contenido streaming a ordenadores portátiles y tabletas externos.

12 puntos a considerar al comprar un NAS

Desafortunadamente, elegir el dispositivo NAS adecuado puede ser bastante complicado. Cada dispositivo NAS tiene sus propias especificaciones de hardware, características del sistema operativo (SO) y protecciones de seguridad. Afortunadamente, hemos compilado esta lista de 12 factores que debes tener en cuenta a la hora de elegir el dispositivo NAS adecuado para tu oficina.

Capacidad de almacenamiento

Dependiendo de cuántos empleados tengas y cuántos datos crees, querrás un NAS que contenga una gran cantidad de datos. El número de discos duros que vas a añadir a tu NAS determinará en última instancia la capacidad de almacenamiento que tendrás.

Por ejemplo, si tienes un dispositivo NAS de 6 bahías cargado con discos duros de 8 terabytes (TB), podrás almacenar 48 TB de datos. Esto es más que suficiente para una pequeña empresa, por lo que es importante que hagas un balance de la salida de datos y determines exactamente lo que necesitarás antes de realizar una compra.

Si tu empresa es realmente pequeña, entonces probablemente querrás considerar un dispositivo NAS para el hogar o la pequeña oficina en lugar de un NAS empresarial. Por ejemplo el nuevo QNAP TS-228A es una de las opciones calidad/precio del mercado.

Precio

Debido a que las capacidades de NAS varían tanto, no hay un precio fijo al que debas aspirar cuando tomes una decisión de compra. En su lugar, decide cuánta capacidad de almacenamiento necesitarás y luego empieza a fijar el precio de tus opciones.

Sin embargo, si estás en el proceso de comprar un dispositivo NAS y el precio está alrededor de la marca de cinco cifras, entonces debes llamar a los proveedores y obtener presupuesto de precios personalizados. También puedes comprar dispositivos NAS sin discos pre-instalados (que es lo más habitual) y luego puedes elegir tus propios discos duros, nuestro consejo los Western Digital RED.

Para las empresas más pequeñas, puedes comprar dispositivos básicos con menos de 5 TB de almacenamiento por unos pocos cientos de euros. Estos dispositivos no ofrecerán las funciones de expansión, protección eléctrica o seguridad que encontrarás en los dispositivos para una empresa, pero serán suficientes para ayudarte a almacenar y realizar copias de seguridad.

Discos

Como mencionamos anteriormente, puedes comprar un dispositivo NAS con su disco duro o unidades preinstaladas o puedes comprar un dispositivo NAS sin disco, que tiene bahías vacías que tú mismo rellenarás con unidades.

Si decides comprar tu propia unidad de disco, entonces hay varias cosas importantes que tendrás que considerar. Primero, querrás elegir una unidad que esté optimizada para NAS. Estas unidades suelen estar diseñadas para realizar copias de seguridad de datos, transmitir archivos de audio y vídeo de gran tamaño y transmitir simultáneamente a múltiples dispositivos externos.

Estos discos tienden a ser más confiables que los que se instalan en un PC, y cuentan con controles de recuperación de datos más sencillos para garantizar que puedas recuperar los datos después de un desastre. Debido a que son más costosos, estos discos suelen ofrecer garantías más largas que las unidades de escritorio, por lo que estarás protegido durante un período de tiempo más largo si las cosas van mal con tu unidad.

Wi-Fi incorporado

La mayoría de los dispositivos NAS de gama alta funcionan como sus propios puntos de acceso; esto significa que puedes conectarte de forma inalámbrica a tu dispositivo NAS a través de tus ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes y tabletas sin tener que conectar el dispositivo NAS al router de la oficina.

Esto reduce el número de cables enredados en tu oficina y puede servir como refuerzo Wi-Fi para tu gama de red existente. Esta funcionalidad incorporada es especialmente útil para los usuarios de NAS que van a transmitir contenido multimedia por secuencias, cargar y descargar imágenes o realizar ediciones rápidas en archivos de vídeo de gran tamaño.

Sistema Operativo

Como con cualquier otro dispositivo, el sistema operativo es su principal punto de interacción. Si odias el diseño del software, si no saltas rápidamente de un lado a otro entre operaciones, si las actualizaciones no están instaladas cuando sea necesario, entonces probablemente te arrepentirás de tu decisión de compra.

La mayoría de los usuarios conocen sistemas operativos como Windows Server y Ubuntu Server, pero hay otros sistemas menos conocidos como QTS de QNAP o FreeNAS que podemos encontrarlo en usuarios domésticos y empresas grandes/pequeñas. Cuando investigues el sistema operativo que finalmente elegirás para tu dispositivo NAS, busca elementos como la estabilidad, el número de paquetes y aplicaciones disponibles, cómo funciona con el hardware que has elegido y si es de código abierto o está licenciado por un proveedor.

Elegir un sistema operativo no es una tarea sencilla. Si optas por un sistema lleno de actualizaciones como QTS de QNAP, tendrás un sistema estable y con un solo clic estarás actualizado. Además, de contar con un gran número de APP en su store.

Por ejemplo, QTS es muy bueno. Pero sólo está disponible en dispostivios QNAP, pero normalmente se considera como una solución amigable y que no se necesita ser ningún experto para administrarlo, es decir, super intuitivo.Si aún así tienes dudas, nos puedes preguntar y te ayudamos :-).

Pero si optas por un NAS hecho por ti ( otra solución y normalmente algo más cara) Windows Server o Ubuntu será más tediosa y necesitarás tiempo para jugar con él. Pero viene con tanto soporte que incluso un principiante podrá ayudar a mantener el sistema. ¿Qué eliges?

Seguridad (Super importante)

Querrás asegurarte de que tu sistema operativo y hardware son capaces de implementar las medidas de seguridad necesarias para mantener tus datos seguros. Cuando investigues a los proveedores, averigua si tu dispositivo NAS permite el cifrado a nivel de sistema, el cifrado de archivos, los controles de acceso de usuarios y la supervisión del acceso a los datos.

Necesitarás un software que pueda ser borrado remotamente en caso de que tu unidad sea robada de tu oficina. Hay muchos proveedores de software que pueden añadir estas características a tu software, pero será mejor que encuentres un proveedor que ya tenga cubiertas la mayoría de estas protecciones, ya sea directamente o a través de asociaciones con proveedores de terceros.

Memoria RAM necesaria

Al igual que los PC, los dispositivos NAS funcionan mejor con procesadores mejorados y una mayor memoria. Por lo tanto, cuanto más rápido quieras pasar de un proceso a otro, más RAM deberás conectar al dispositivo NAS.

La regla general típica es contar con al menos 1 GB de memoria RAM y al menos un TB de almacenamiento. Sin embargo, está demostrado que caer un poco por debajo de esta regla no necesariamente paralizará tu sistema; simplemente no esperes operar a la máxima velocidad cuando realices procesos complejos. En caso de un servidor de virtualización recomendamos al menos 4 ó 8 GB de memoria RAM 😉

Consumo de energía

Probablemente conectarás el dispositivo NAS y lo dejarás funcionar durante varios años antes de apagarlo. Como resultado, el consumo de energía es una característica muy importante a tener en cuenta a la hora de comprar un dispositivo NAS, especialmente si deseas reducir los costes de energía.

Como regla general, querrás un dispositivo NAS que funcione a una potencia máxima de 30 W. El dispositivo NAS debería funcionar normalmente a unos 10 W en reposo y debería estar en reposo a unos 35 W con dos discos duros. Un dispositivo con estas estadísticas te dará una máquina que funciona a la par con los mejores dispositivos en el planeta, mientras que también te ayuda a ser consciente del planeta y sus problemas.

Velocidad

No hay nada peor que una transferencia que toma demasiado tiempo. Por eso tendrás que investigar la velocidad de lectura (o el rendimiento) de tus dispositivos NAS potenciales. Un buen dispositivo NAS funcionará a un poco menos de 100 megabits por segundo (Mbps) y algunos pueden funcionar a «turbo» hasta 120 Mbps. El tener un disco duro o SSD nos ofrecerá un gran cambio y sobretodo si tenemos la nueva red 10 Gigabit.

La mayoría de los dispositivos NAS funcionarán a más de 80 Mbps, por lo que si compras un dispositivo y su velocidad de lectura es inferior a 80 Mbps, deberás investigar para determinar si tiene algún problema en tu red o si acabas de comprar un dispositivo NAS lento.

Energía ininterrumpida

Nadie quiere perder datos si sufre un corte de energía. Eso es exactamente lo que ocurrirá si tu dispositivo NAS no está conectado a una fuente de alimentación ininterrumpida (UPS).

Afortunadamente, algunos dispositivos NAS ofrecen UPSs incorporados en forma de pequeñas baterías de iones de litio. La batería secundaria permite que tu unidad reconozca que la fuente de alimentación principal se ha detenido, encienda la batería de respaldo y apague el dispositivo correctamente, sin perder datos. Aunque a nivel doméstico

Múltiples cuentas de usuario

Con pocas excepciones, todos los NAS le permiten crear varios usuarios y asignarles espacio de almacenamiento protegido por contraseña. También puedes configurar carpetas «públicas» a las que todos los usuarios pueden acceder sin contraseña. ¡Personalmente me gusta mucho el panel de QNAP! Todo es super fácil e intuitivo.

Sin embargo, solo porque puedas configurar usuarios no significa que puedas configurar grupos. Si necesitas esta función, asegúrate de comprobar cuidadosamente las especificaciones y características del NAS.

Rendimiento o desempeño

Los criterios de rendimiento clave para las NAS son la capacidad de lectura y escritura. El rendimiento se ve afectado por cuatro factores: el rendimiento de NAS, el rendimiento del cliente, el rendimiento de la red y lo que está leyendo y escribiendo.

Independientemente del tamaño del archivo, el rendimiento NAS está determinado principalmente por la plataforma del procesador y, a continuación, por el sistema operativo interno y el sistema de archivos utilizados. Lo que generalmente no importa es el rendimiento del disco duro utilizado. El tiempo de acceso al disco duro y el tiempo de búsqueda son generalmente enmascarados por la sobrecarga de mover datos a través de una red.

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Miguel Ángel Navas

Amante de la informática, los smartphones y la tecnología en general. Técnico superior en Administración de sistemas informáticos y redes, y un reviewer sin pelos en la lengua. Cualquier duda o cuestión aquí me tenéis.
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