A la hora del montaje de un PC, uno de los aspectos más importantes es el de las temperaturas y como controlarlas. La pasta térmica es uno de nuestros aliados más importantes para este fin, que se utiliza frecuentemente en el procesador (CPU). En este artículo os explicaremos las clave para saber cuando cambiar la pasta térmica en nuestro procesador o tarjeta gráfica.
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¿Cual es la tarea de la pasta térmica?
La pasta térmica tiene la función de transmitir el calor generado por la CPU directamente hacia el disipador. A día de hoy, no se concibe instalar una CPU sin utilizar pasta térmica, ya que la superficie del disipador y el procesador no son perfectamente lisas, por lo que, sin una pasta térmica, la transmisión de calor seria ineficiente.
Ahora bien, las propiedades de la pasta térmica no duran para siempre y al tiempo suelen secarse, es ahí donde llega el momento de reemplazarla, pero…
¿Cómo sabemos cuándo llega el momento de reemplazar la pasta térmica?
El primer síntoma que vamos a notar es el aumento de la temperatura de la CPU, esto se puede identificar con cualquier herramienta para este fin (Core Temp, por ejemplo). Según vemos el ejemplo en la imagen (con el querido i7-8700k de mi compañero Miguel), la temperatura están bastantes lejos de los 90 grados, esto es gracias al DELID que tiene hecho a su procesador. Por este motivo, no tiene temperaturas demasiadas altas y cerca del límite máximo de funcionamiento.
Todo procesador de AMD e Intel tienen un rango de temperaturas máximo operativos, puedes buscar tu modelo de procesador en los sitios oficiales de ambas compañías para averiguar las especificaciones de temperaturas máximas. Si la temperatura de tu CPU está cerca del máximo operativo, es que hay un problema en la disipación de calor.
Esto puede deberse, no solo al polvo acumulado en el disipador y el ventilador, también por una pasta térmica ‘vencida’ que ya no puede hacer bien su trabajo. Ese es el momento de reemplazarla.
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar la pasta térmica?
Esto dependerá del tipo de pasta que vayamos a utilizar. Si utilizamos una pasta térmica ‘económica’, lo más aconsejable es reemplazarla cada seis meses o cada año. Luego tenemos algunas pastas de mayor calidad, como el Noctua NT-H1 o el Arctic MX4, que pueden durar hasta 5 años luego de aplicarse. Aunque estas pastas suelen ser de mayor calidad y durar más, tampoco es aconsejable tardar tanto tiempo en reemplazarla. Cada año sería lo más lógico y la regla general. ¡Qué no te de miedo! Si no siempre podrás optar por llevarlo a tu tienda de informática más cercana
¿Y en la tarjeta gráfica o GPU es necesario?
Pasa exactamente lo mismo en las tarjetas gráficas que en los procesadores, pero normalmente el desmontaje de esta tarjeta dedicada es bastante más delicado que el de un disipador de procesador. Os recomendamos que la cambiéis una vez finalice la garantía. Aunque, si sois manitas y no tiene sello de garantía, podéis cambiarla y mantener los thermal pad, que si no se agrieta o se deshacen no son necesario de cambiar cada año. Podréis rebajar de 3 a 10 ºC respecto a la pasta térmica original.
[irp posts=»37866″]¿Qué pasta térmica compro?
Siempre recomendamos Arctic MX-4 porque no es conductora y la podemos encontrar en diferentes tamaños. También la Noctua NT-H1 está genial:
Última actualización el 2024-04-25
Espero les haya sido de utilidad nuestro artículo de como sustituir la pasta térmica. ¿Alguna recomendación que se nos ha olvidado?
