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Características importantes de un portátil antes de comprar

Las características de un portátil son realmente extensas y variadas, y por ello en este artículo intentamos repasar aquellas que son más importantes y ver de qué manera pueden influirnos a la hora de decantarnos por la compra de un ordenador portátil u otro. Todo esto teniendo en cuenta a la heterogénea cantidad de usuarios que hay según su uso, necesidades, conocimientos y presupuesto. ¿Quieres elegir un portátil de la mejor manera? Entonces quédate a leer. ¡Vamos allá!

Características portátil más importantes

Primero de todo: ten tus necesidades claras

Lo primero que deberás hacer es tener muy claro hacia dónde van tus necesidades. Y es que todos los criterios que te vamos a enseñar dependen única y exclusivamente del uso que tú le vayas dar al ordenador y el presupuesto del que dispongas, además de tus prioridades. Es imposible dar una recomendación exacta para cada caso en un solo artículo, y por eso lo que vamos a hacer es abarcar lo que serán los usos más comunes.

Así, nosotros distinguimos los siguientes segmentos de usuarios como los más relevantes:

  • Por una parte, tenemos a la gente que se va a dedicar a aplicaciones puramente ofimáticas y de multimedia. Esto podría ser el caso de un teletrabajador o un estudiante que dedicará la mayor parte del tiempo a usar el navegador, aplicaciones ligeras, ver contenidos, etc. Aquí podríamos abarcar incluso a buena parte de los programadores, al menos todos aquellos que no usen el PC para ejecutar tareas de compilación excesivamente pesadas.

Este tipo de usuarios buscará ordenadores especialmente transportables, con un buen nivel de batería, y donde la comodidad está por encima del rendimiento. Ojo, porque aquí se puede apostar perfectamente por ordenadores de muy alto nivel, los ultrabooks están para algo y si muchos valen claramente por encima de los 1000 euros es por algo. No estamos haciendo una clasificación según el precio objetivo, sino a cuáles son los componentes de mayor importancia.

  • Estos usuarios de antes podrían querer también jugar en cierta medida. Así que también distinguimos claramente un segmento de usuarios que no querrá renunciar a lo que indicamos antes, pero que busca un cierto rendimiento gráfico para poder darle ese uso de juegos básico.

  • Luego tenemos a los que sí se quieren dedicar en cuerpo y alma a los juegos, básicamente los usuarios que buscan puramente un «portátil gaming» con el mayor rendimiento posible.

En este caso, el enfoque estará totalmente en la tarjeta gráfica, procesador y en otras características como la pantalla, dejando totalmente de lado lo que hace especial a un portátil, que es su autonomía y facilidad de transporte. Estas dos cuestiones se convertirán en secundarias, y según el presupuesto se podrá apostar por ellas en mayor o menor medida. Y es que está claro que en un PC portátil barato hay que modular muy bien las prioridades, pero cuando el presupuesto acompaña podemos intentar reunir todo lo bueno a la vez.

  • Finalmente, podríamos hablar de las personas que no se van a dedicar específicamente a jugar, pero que necesitan un rendimiento más alto de lo normal. Aquí se incluye a quienes se dediquen a la arquitectura o la edición de vídeo, por ejemplo, y quizás un portátil de la primera categoría podría satisfacer sus intereses, aunque lo más idóneo será una estación de trabajo portátil más profesional.

Componentes principales

Comenzaremos hablando de las piezas principales que forman el ordenador, aquellas que sin duda son las más importantes y las que más juego y variedades de elección nos van a dar.

Procesador

El procesador es el cerebro del ordenador. Por lo tanto, no es algo que haya que despreciar, ni siquiera en usos ofimáticos. Lo primero que queremos deciros aquí es que mucha gente comete el gravísimo error de obviar a una de las dos marcas de procesadores. Hay mucha gente que no quiere comprar portátiles con CPU AMD o con CPU Intel, y solo se quedan con solo una de las compañías. En el 100% de los casos esto procede del desconocimiento, ya sea por el hecho de perpetuar demonios pasados o por

La realidad actual es que tanto AMD como Intel llevan una lucha cuerpo a cuerpo por dar lo mejor a cada generación, y desde luego ninguna de las dos lo está haciendo mal. Ambas están alcanzando nuevos niveles de rendimiento y eficiencia nunca antes vistos y continúan refinando los procesos de fabricación y las arquitecturas de las CPUs.

Dicho esto, vamos con la pregunta que os estaréis haciendo todos: ¿Qué procesador necesito según mi uso? Para nuestra primera categoría de usuarios, lo ideal actualmente está en una opción de 4 núcleos y 8 hilos con el mejor rendimiento posible. Estamos hablando de algo que puede partir del Intel Core i5-8250U (2018) o el AMD Ryzen 5 3500U (2019) hasta el Intel Core i5-1165G7 (2020) o el AMD Ryzen 5 4500U (2020, en este caso de 6 núcleos). Estos son ejemplos de procesadores muy capaces y con unas grandes perspectivas de futuro, que rendirán perfectamente para cualquier aplicación de multimedia.

Este mínimo de 4 núcleos y 8 hilos nos permite hacer un buen «podado» de opciones bastante peores que llevan procesadores de 2 núcleos, quedándose cada día más cortos incluso en aplicaciones ofimáticas. Pero también debéis tener en cuenta que hay CPU de 4 núcleos extremadamente básicas como algunos de los últimos Celeron, estas también van bastante justitas.

En los casos donde sí se busca rendimiento, estaremos hablando entonces de partir de los 6 núcleos hacia arriba, donde encontramos CPUs muy competentes para gaming y productividad de alto rendimiento como el Intel Core i7-10750H o el AMD Ryzen 7 4700U.

Tarjeta gráfica

Si no vas a jugar o a hacer uso de una tarea que tenga unos requisitos especiales de GPU, entonces nuestra respuesta aquí es muy sencilla: quédate simplemente con sus gráficos integrados, que hoy en día son más que suficientes para reproducción de multimedia a 4K.

En caso de que sí vayas a tener usos gráficamente exigentes, entonces lo que tendrás que buscar es un portátil con una GPU dedicada, también llamada discreta, de NVIDIA o AMD (con Intel entrando poco a poco en ese mercado). Aquí volvemos a recurrir a nuestra máxima de que lo importante no es la marca, no debéis vetar a ninguna salvo que tengáis la muy concreta necesidad de aprovechar alguna tecnología que sea exclusiva de una de ellas, como CUDA.

Para decidir si una tarjeta gráfica dedicada es suficiente, no basta con mirar a su cantidad de memoria, por ejemplo. Es necesario ir más allá y consultar el rendimiento concreto de la gráfica en juegos, algo que podréis hacer mediante reviews como las de nuestra página web.

Ten en cuenta también que para gaming ligero hay gráficas integradas que ya de por sí valen la pena, como algunas Intel Xe o AMD Vega.

Memoria RAM

La memoria RAM es algo cuya capacidad no influye directamente en el rendimiento, pero sí en la cantidad de programas que podemos emplear a la vez. Evidentemente, si nos pasamos sí habrá caídas de rendimiento, ya que los programas tendrán que hacer uso de la memoria secundaria (el disco) para suplir la falta de memoria. Por ello, deberás apostar por una capacidad lo suficientemente buena para tus usos actuales y futuros.

Lo que se podría definir como el estándar básico mínimo para el tamaño de RAM hoy en día son los 8GB. Una menor cantidad puede ser fácilmente alcanzable tan solo a base de acumular unas cuantas pestañas del navegador, así que debemos intentar invertir al menos en este mínimo si vamos a realizar tareas normales.

Pero cada vez son más importantes los 16GB, cantidad mínima que recomendamos para jugar, al igual que nos parece una muy buena cifra para PC que se vayan a dedicar a tareas normales pero donde la multitarea sea importante. Por ejemplo, un desarrollador “multidisciplinario” que tenga que usar a la vez un par de entornos de desarrollo pesados, decenas de pestañas del navegador, un programa de diseño y otro de ofimática seguramente necesite llegar a los 16GB. Respecto a los 32GB y más, lo cierto es que no son necesarios para jugar por el momento. Pero lo agradecerán los que se dediquen a muchas tareas profesionales como la edición de vídeo o la arquitectura.

Finalmente, deciros algo muy importante: hay características concretas de la RAM que pueden influir mucho en el rendimiento. El simple hecho de que el fabricante haya puesto dos módulos de memoria en vez de uno (y funcionen en dual channel) provoca un gran aumento del rendimiento de la tarjeta gráfica integrada, así que a los que estéis en esa segunda categoría de «gaming ligero» os recomendamos que lo tengáis en cuenta al mirar la hoja de especificaciones.

Almacenamiento

Aquí lo primero que tenemos que deciros es que, sea para el uso que sea, el portátil debe tener un SSD. Esta es una característica más que fundamental hoy en día, porque permite una fluidez del sistema tremenda. Hace unos años todavía era admisible encontrar portátiles con HDD como unidad de disco principal, pero teniendo en cuenta lo especialmente lentos que son en este tipo de ordenadores no os lo recomendamos.

Dicho esto, hay mejores y peores opciones de SSD. En caso de que haya un enfoque en el rendimiento, uno NVMe será la mejor opción. Pero para la mayoría de gente lo prioritario será la capacidad del SSD sea del tipo que sea.

Si la configuración es de tipo SSD+HDD, nos parece más que razonable, aunque debéis saber que los discos mecánicos implican más peso y más ruido.

Batería

Ya os hemos hablado antes de cómo hay segmentos de usuarios para los que la batería es algo fundamental, y otros para los que es algo secundario. En este punto nos gustaría comenzar aclarando cuál es la medida estándar para hablar de la capacidad de batería: no son las celdas, son los Wh (vatios hora).

Dicho esto, tenéis que recordar que la capacidad de la batería no lo es todo para hablar de una duración mejor o peor. Podemos encontrar portátiles con baterías de 80 o 90 Wh que tengan duraciones la mitad de buenas que una con 60 Wh. Lo importante está también en el resto del hardware.

Específicamente, debéis fijaros en qué procesador y tarjeta gráfica se usan, y en otros aspectos como la pantalla. Entonces, un equipo con una CPU muy potente podría tener peores duraciones de batería. En los portátiles de alto rendimiento, este va a ser sin duda uno de los aspectos donde no os va a quedar otra que esperar muy poco. Más aún cuando lo combinamos con una tarjeta gráfica de alto rendimiento. ¡No os esperéis nada en cuanto a la duración de la batería mientras jugáis!

Centrémonos entonces en nuestro segmento de usuarios ofimáticos. Aquí nuestra recomendación es que apostéis por equipos que tengan CPUs eficientes, como son las de la 11ª generación de Intel (los que empiezan por 11 en su número de modelo, por ejemplo un i5-1135G7), y la 4ª y 5ª generación de AMD (Ryzen 4000 y Ryzen 5000). En estos, una capacidad de batería de 60 Wh podría darnos bastante juego, aunque los que vayáis a por todas seguramente querráis un poco más.

Finalmente, os indicamos también que las medidas de duración ofrecidas por el fabricante pueden jugar a vuestro favor. Y es que estas normalmente se hacen de maneras poco realistas, por ejemplo con el WiFi deshabilitado, algo que no hace nadie. Así que si veis datos de “duración de 21 horas” seguramente no se cumplan, pero podéis aprovecharlos en vuestro favor para compararla con otros modelos, sobre todo si son del mismo fabricante.

Por ejemplo, vamos con dos portátiles de ejemplo, de HP. Tenemos por una parte un Envy 15 con 83Wh y por otra un Spectre 14 con 66Wh. A pesar de estas diferencias en la capacidad, el primero anuncia hasta 5 horas y 45 minutos de reproducción de vídeo, frente a 21 horas y 30 minutos en el segundo. ¿Miente la compañía? No. Simplemente resulta que el segundo portátil está mucho más orientado a la portabilidad: tenemos una CPU Tiger Lake de muy bajo consumo y con gráficos integrados, mientras que en el otro caso hay una CPU más enfocada al rendimiento con una arquitectura menos eficiente, una gráfica dedicada RTX 2060, sin olvidarnos tampoco de que la pantalla tiene mucha mayor resolución.

Todos estos factores hacen que se desplome la durabilidad de batería, pero también dejan un portátil mucho más potente. Esta es una de las cuestiones más importantes a calibrar.

Pantalla

La pantalla es una de las características de un portátil más importantes, y donde podemos encontrar una mayor variabilidad de calidad. Y es que los portátiles más baratos suelen traer una pantalla con resolución 1366×768 y panel TN. Esta es la peor combinación posible: la calidad de imagen es pésima, y la densidad de píxeles es muy baja.

A mucha gente les sirve, hay miles de personas acostumbradas a esto que no tienen ningún tipo de queja. Pero nosotros creemos que para comprar un portátil, sobre todo si el presupuesto no es excesivamente bajo, hay que exigir como mínimo resolución 1080p y panel de tipo IPS.

Partiendo de esta base, en los portátiles más caros podemos aspirar a más. Por ejemplo, si el uso estará orientado a la productividad, es una muy buena idea buscar una mayor resolución al 1920×1080: dará una gran claridad de imagen y, si ajustamos el escalado en Windows, también la posibilidad de acomodar muchísimo más espacio en pantalla.

Si lo que vamos a hacer es jugar, entonces también nos deberíamos fijar en lo relativo a la tasa de refresco del monitor (en Hz). Las pantallas normales son de 60Hz, pero los podemos encontrar de 120Hz, 144Hz o 240Hz, por poner un ejemplo. Esto da muchísima mayor fluidez a la ejecución del juego, y sobre todo los que estéis orientados en shooters y juegos de eSports deberíais hacerlo vuestra prioridad número uno, incluso a expensas de que el panel sea TN.

Más características a tener en cuenta en un portátil

Las características primarias han sido las anteriores, pero hay muchos más aspectos secundarios de gran importancia, y los vamos a comentar. Eso sí, tened en cuenta que esta es una selección no exhaustiva de algunos de ellos, porque podríamos comentar todavía muchísimos más.

Conectividad y redes

Estas son características de un portátil que normalmente se pasan por alto, pero cada vez se hace más importante. Por una parte, tenemos el hecho de que los portátiles ultrafinos traen menos conexiones a cada generación que pasa. Esto llega hasta el punto de que tenemos algunos modelos que apenas traen un par de USB-C desde los que tendremos que sacar toda la conectividad, dependiendo de aparatosos adaptadores.

Básicamente, lo que queremos es que no os compréis un portátil ultrafino para luego tener que cargar con adaptadores gruesos en el uso diario. Comprobad bien el número de puertos que trae, y penalizad aquellos portátiles que no tengan suficientes para el uso diario.

Respecto a las redes, la mayoría de portátiles actuales traerán una configuración de red bastante decente. Pero hay muchas versiones distintas del estándar WiFi y seguramente os interese la última, el WiFi 6, en función de cómo sea la red de vuestro hogar. No nos olvidemos tampoco de características como Thunderbolt, un puerto que nos da unas capacidades increíbles, hasta el punto de permitir conectar tarjetas gráficas externas.

Posibilidades de actualización y mejora

Esta característica es algo que tampoco debemos menospreciar completamente. Es muy importante que el portátil nos permita actualizar y mejorar sus piezas si cuando lo compramos no vamos excesivamente sobrados en este aspecto. Es el ejemplo de aquellos portátiles que por falta de dinero se compran con 8GB de RAM, o con un almacenamiento muy bajo. Seguramente llegue el momento en el que sea necesario cambiarlos.

En el caso de PC gaming, lo más normal es que podamos reemplazar estas cosas sin problemas. En los portátiles ultrafinos seguramente no tengamos tantas concesiones y haya que conformarse con una capacidad de actualización baja o nula. Tenemos un artículo completo dedicado a analizar este tema.

Período de garantía y servicio técnico de la marca

Desde siempre han sido famosos los rankings de las “marcas más fiables” o mejores marcas de portátiles. Los años han demostrado que estas listas realmente no sirven para nada, y que la calidad es una cuestión más de modelos concretos que de marcas.

Donde sí tiene sentido hablar de marcas es en lo que comprende al servicio técnico. Por una parte tenemos la calidad del mismo, algo en lo que también tiene importancia la tienda donde lo compremos, y por otra también hay que considerar si nos ofrecen algunas ventajas en cuanto a su período de garantía. Este es el caso, por ejemplo, de los portátiles profesionales ThinkPad de Lenovo, en los que se suelen poder comprar ampliaciones de garantía, incluyendo períodos de hasta 5 años, seguros, servicios de reparación in situ, etc.

Sistema operativo

En la mayoría de portátiles veremos que o traen Windows 10 o no tienen sistema operativo. Hay que valorar esto según la situación. Por ejemplo, una persona que no tiene conocimientos informáticos y no tiene a nadie cerca para que se lo instale podría querer que ya traiga el SO instalado. Pero en la mayoría de los casos esto no tiene que ser un requisito, porque afortunadamente ya hay maneras de conseguir claves de Windows 10 genuinas y legales a precios muy bajos, y el proceso de instalación es súper sencillo. Así lo que conseguimos es tener más opciones sobre la mesa y en muchos casos conseguir ahorrar dinero.

Respecto a la cuestión “Windows o macOS”, este artículo es generalista y no se dirige específicamente a recomendar un PC o un Mac. Pero desde luego recomendamos un portátil de Apple si la persona necesita usar aplicaciones que están únicamente en macOS, como Final Cut o Logic Pro. Ahí lo dejamos.

Refrigeración

Que el portátil tenga una buena refrigeración no deja de ser una característica importante, sobre todo en los equipos más potentes donde seguramente haya una mayor cantidad de calor que disipar. Para ello la mejor receta es consultar reviews y análisis como los de nuestra web, en los que se detallarán las temperaturas alcanzadas con el dispositivo a máxima carga.

Tampoco es preciso menospreciar aspectos muy concretos como el hecho de cómo esté diseñada la refrigeración en cuanto al calentamiento de la propia superficie del portátil. Uno que esté bien diseñado evitará a toda costa que las partes que más tocamos estén demasiado calientes, como puede ser el teclado.

Peso, dimensiones y materiales

Por último pero no por ello menos importante tenemos el peso y las dimensiones del portátil, además de sus materiales. Para los dos primeros casos entran tres factores fundamentales:

  • Para qué vas a utilizar el portátil.
  • Con qué frecuencia y a qué distancia vas a transportarlo contigo (andando).
  • Hasta qué punto estás dispuesto a asumir su peso.

Por ejemplo, si le vas a dar un uso más bien ofimático o sin grandes exigencias de rendimiento y a transportarlo bastante (como podría ser un estudiante) y te importa mucho que el transporte sea lo más cómodo posible, hay portátiles que tienen un peso de tan solo 1Kg o poco más, y realmente se nota mucho al manejarlos.

Está claro que quien se enfoque en el rendimiento antes que en todo lo demás debería olvidarse de grandes exigencias en este sentido. Un portátil de gran potencia, ya sea para gaming o para una Workstation, no va a ser especialmente ligero. Desde luego hay opciones súper potentes y que no defraudan en este aspecto pero no es la norma.

Respecto a los materiales, está claro que un portátil con un cuerpo de plástico va a dar unas sensaciones de calidad bastante inferiores a aquellos que son de aluminio o de magnesio. Pero, ¿realmente importa? La verdad es que no tiene por qué, y desde luego siempre influye más el diseño concreto que el material. Hay portátiles de plástico muy bien construidos, resistentes y que dejan unas buenas sensaciones. Así que dejamos estas exigencias a la consideración de cada uno.

Hay muchísimas más cosas que se pueden tener en consideración en un portátil. Podríamos hablaros de cosas tan específicas como si se puede abrir la tapa del portátil con una sola mano, o comentar las diferencias entre los teclados que podemos encontrar en las distintas familias de potátiles. Pero es imposible abarcar todo y creemos que esta guía es más que suficiente para cubrir las necesidades de la mayoría. Así que vamos a recapitular.

Palabras finales y conclusión

Las características de un portátil son extremadamente variadas, y como habréis podido ver en este artículo hemos cubierto un montón de ellas, intentando enfocarnos en cuatro tipos de usuarios distintos: aquellos que se van a dedicar a ofimática, trabajo, productividad y multimedia; los que además de lo anterior quieren jugar un poco; los que ya se enfocan específicamente al gaming y finalmente los que se dediquen a edición, arquitectura u otras tareas que demandan gran potencia.

Te damos un repaso lo más condensado posible de las características más importantes de un portátil que hemos analizado:

  • Procesador: actualmente el mercado está plagado de muy buenas opciones de 4 núcleos y 8 hilos o más que suplen las necesidades de la mayoría de usuarios. Desde el Intel Core i5-8250U de 2018 hasta el AMD Ryzen 5 5500U de 2021. En el caso del gaming o workstations, hay CPU más orientadas al rendimiento como los AMD e Intel terminados en H.
  • Tarjeta gráfica: los usuarios ofimáticos o de gaming ligero seguramente tengan suficiente con la gráfica integrada del procesador, pero sin duda los que vean los juegos como una prioridad deberán apostar por un portátil con una buena tarjeta gráfica dedicada.
  • Memoria RAM: hoy en día los 8GB se consideran el mínimo, suficientes para multitarea básica y en algunos casos para juegos. Pero recomendamos priorizar al menos los 16GB en todos los casos.
  • Almacenamiento: tener un SSD es fundamental. Un equipo que use un disco duro mecánico para el sistema es una muy mala compra que debemos evitar a toda costa.
  • Batería: lo más importante es la capacidad, que se mide en Wh. Pero todo dependerá de cómo son las demás piezas del portátil, pues uno orientado a rendimiento seguramente tenga un desempeño de batería mediocre, incluso si tiene mucha capacidad.
  • Pantalla: hoy en día lo recomendable es una pantalla con resolución 1080p o superior. Además, el panel debería ser IPS, salvo en algunos portátiles gaming baratos donde se podría priorizar la tasa de refresco al tipo de panel, por ejemplo.
  • Y además de ello también hemos comentado la conectividad, posibilidades de mejora de piezas, período de garantía, sistema operativo, refrigeración y construcción externa.

Se podría ir incluso más allá, pues los portátiles son realmente variados y complejos, pero creemos que hemos cubierto con suficiencia las necesidades de una buena parte de la gente.

Esperamos que esta guía haya resultado de ayuda para elegir correctamente un portátil. Si quedas con dudas o buscas una recomendación personalizada, no dudes en recurrir a nuestro foro de hardware, o la lectura de nuestra guía de los mejores portátiles del mercado.

Breixo Gómez

Apasionado del Hardware, exigente con la calidad de los productos. Intento aprender lo máximo cada día. No dudes en dejarme cualquier duda o sugerencia en los comentarios ;)
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