Procesadores

Windows 10 no está optimizado con el SMT de AMD Ryzen 7

Ya hace unos días que los procesadores AMD Ryzen 7 están a la venta oficialmente, las nuevas CPUs de la compañía de Sunnyvale han sido un éxito rotundo con un rendimiento excepcional que los pone a la altura de los mejores procesadores de Intel y con una eficiencia energética superior. El único punto negativo de los nuevos Ryzen 7 es que en el caso de los juegos han mostrado un rendimiento inferior a lo esperado y a lo visto en otros escenarios, algo que ha provocado que muchos usuarios los hayan atacado de forma injusta acusándolos de ser los «Bulldozer 2.0» cuando no tienen nada que ver. Nueva información ha aparecido y esta vez apunta a que Windows 10 sería el culpable de que los nuevos procesadores de AMD no rindan al nivel esperado en los juegos.

Windows 10 tiene que adaptarse a los AMD Ryzen

Windows 10 tiene un serio problema en su programador de tareas a la hora de funcionar con los nuevos procesadores AMD Ryzen 7, el sistema operativo es incapaz de diferenciar los núcleos físicos de los lógicos de los nuevos procesadores de AMD. Este problema se debe a que la tecnología SMT de AMD funciona de forma diferente a la HT de Intel, ambas logran el mismo objetivo de lograr dos núcleos lógicos por cada núcleo físico pero el funcionamiento es diferente.

El problema está en que el programador de tareas de Windows 10 identifica los 16 núcleos lógicos de Ryzen como si todos ellos fueran núcleos físicos cuando en realidad solo hay ocho de cada tipo. Los núcleos lógicos tienen menos recursos y mucha menos capacidad para ejecutar tareas y de ahí deriva el problema. Windows 10 asigna las tareas por igual a todos los núcleos sin diferenciar los físicos de los lógicos, ello provoca una saturación excesiva del procesador y una merma muy importante en el rendimiento que este es capaz de ofrecer en condiciones ideales.

Este no es el único problema, Windows 10 también falla a la hora de reconocer la memoria caché de los procesadores Ryzen 7, el sistema operativo cree que las CPUs tienen 136 MB de memoria cuando «solo» tienen 20 MB, otro escollo más al que se tiene que enfrentar Ryzen.

AMD Ryzen tiene su punto débil en la caché L3 por el diseño CCX

Recordemos que AMD Ryzen se basa en la microarquitectura Zen, un nuevo diseño de procesador x86 que se ha creado desde cero por lo que es de esperar que el software actual tenga que adaptarse a sus características para poder sacarle todo el rendimiento. Esto no es algo fuera de lo común, de hecho la primera generación de procesadores Intel Core, los Nehalem, ya se vio envuelta en problemas relacionados con su tecnología HT que causaba pérdida de rendimiento.

En nuestra opinión lo más importante ahora es que AMD y Microsoft trabajen de forma conjunta para solucionar estos inconvenientes cuanto antes y los nuevos procesadores AMD Ryzen puedan rendir al máximo de sus posibilidades. Por último destacamos que este problema no existe en Windows 7.

Fuente: wccftech

Juan Gomar

Soy un apasionado de la tecnología en general pero principalmente de la informática y los videojuegos.
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