Intel Optane se despide para siempre. Hoy hemos visto cómo los resultados de Intel han decepcionado, pero de los malos números también se puede sacar mucha información. Uno de los datos más importantes es este, que Optane ha sido abandonado por la compañía completamente. Veamos qué ha ocurrido y hacia dónde transita la compañía con esta tecnología de almacenamiento.
Adiós a Intel Optane, una tecnología de memoria que nunca despegó
Intel Optane era una tecnología de memoria basada en 3D XPoint que pretendía poner un término medio entre la memoria RAM y el almacenamiento NAND.
La RAM es extremadamente durable y rápida, pero baja en capacidad. Optane pretendía proporcionar un término medio: más durabilidad y rapidez que la NAND, pero con más densidad de memoria que la RAM.
En un comunicado de Intel a Tom’s Hardware, vemos que todo forma parte de su estrategia de «racionalizar» su catálogo de productos dejando aquellos negocios que no sean rentables ni tengan perspectivas de futuro buenas:
Seguimos racionalizando nuestra oferta en apoyo de nuestra estrategia IDM 2.0. Esto incluye la evaluación de la desinversión de negocios que no son suficientemente rentables o que no son fundamentales para nuestros objetivos estratégicos. Después de una cuidadosa consideración, Intel planea cesar el desarrollo futuro de productos dentro de su negocio de Optane. Nos comprometemos a apoyar a los clientes de Optane durante la transición. Declaraciones de Intel a Tom’s Hardware
Si echamos un poco la vista atrás, sabremos que Intel Optane ya estaba «muerto» en el mercado de los equipos domésticos. Hace más o menos un par de años que tiraron la toalla en este segmento. Sin embargo, la Intel Persistent Memory (pMEM) era la «gran esperanza» de la compañía con Optane.
Optane prometía para el mercado de los servidores. ¿Por qué no ha prosperado?
Intel se ha dado cuenta de lo arriesgado que era apostar por la tecnología Optane teniendo en cuenta la llegada de CXL, un nuevo protocolo de comunicación desarrollado en buena parte por Intel y que funciona sobre PCIe 5.0, proporcionando unas capacidades de comunicación que dejan a Optane en segundo plano, teniendo en cuenta que es un protocolo abierto gracias a Intel.
Es curioso porque hace apenas unas semanas conocíamos información sobre Optane y una posible 3ª generación, pero esto no se va a materializar.
De hecho, Intel ya ha corregido a nivel de balance la huella de Optane en su inventario, esto les ha costado 559 millones de dólares. Las fábricas de 3D XPoint de Micron, que eran las únicas que tenía Intel para poder fabricar memoria para Optane, ya llevaban más de un año vendidas a Texas Instruments, por lo que Intel no ha hecho más que deshacerse de inventario durante estos meses, sin éxito.
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Pues bien, efectivamente, es el fin de Optane. Veremos qué se materializa gracias al protocolo CXL y qué avances se dan.
