En los informes más recientes realizados por Bloomberg Law, Intel ha sido acusada de priorizar la producción y lanzamiento de chips sobre la seguridad de sus empleados. Esto significaría que la empresa está forzando la producción de CPUs sin que en las fábricas se hayan tomado las medidas óptimas de protección para los trabajadores.
Intel acusada por incumplir las medidas de seguridad contra el COVID-19
Con la actual situación de pandemia por COVID-19 declarada por la Organización Mundial de la Salud, es difícil para todos los fabricantes mantener sus líneas de producción funcionando al ritmo habitual. Mientras las fábricas necesitan una gran cantidad de personal que supervise el proceso de producción, el volumen de las plantillas supone a su vez un entorno peligroso para la propagación del coronavirus.
Según los empleados, la compañía les ha estado obligando a trabajar en grandes grupos sin equipos de protección apropiados, como máscaras o guantes. Se ha notificado que algunos responsables les han dicho que no pasa nada por romper la distancia de seguridad de dos metros mientras el contacto dure menos de treinta minutos. Han habido un total de cuatro reportes con quejas contra Intel, a lo cual la empresa ha declarado lo siguiente:
«La máxima prioridad de Intel en la gestión del coronavirus es proteger la salud y el bienestar de los empleados mientras se continuamos dando apoyo y servicio a nuestros clientes en todo el mundo. Esta ha sido una situación sin precedentes que ha exigido una gestión increíblemente dinámica y hemos trabajado para aprender y adaptarnos tan rápido como ha sido posible con el objetivo de salvaguardar a nuestros trabajadores y comunidades.
Animamos a nuestros empleados a manifestar su preocupación y estamos trabajando duramente en solucionar estos problemas rápidamente. Intel ha presentado una respuesta formal a las quejas e inspectores OSHA han visitado nuestras fábricas en Oregon, Arizona y Nuevo México. No hemos recibido cargos por ningún incumplimiento y los inspectores nos han felicitado por nuestras acciones.»
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Las acusaciones quedan por tanto en el aire, pudiendo haberse tratado de casos aislados o haberse solucionado con la anterioridad a la llegada de las inspecciones de trabajo. En cualquier caso es de esperar que Intel mantenga una severidad más estricta con las medidas de prevención en un futuro hasta que la situación se torne más favorable a nivel internacional.
