Todos los usuarios recordamos a Kinect, el sistema de detección de movimiento de Microsoft para sus consolas Xbox y el PC, después de su poco éxito la compañía he decidido matarlo de forma oficial por lo que ya forma parte del pasado de Redmond.
Kinect ya es cosa del pasado
El pasado mes de octubre de 2017 Microsoft daba a conocer su decisión de para la producción de sistemas Kinect, pese a ello aún quedaban algunas unidades a la venta en los comercios por lo que hasta ahora ha sido posible hacerse con él aunque cada vez era más difícil a medida que la disponibilidad bajaba. Ahora los de Redmond han ido un paso más allá al dejar de fabricar el adaptador que se usaba para conectar Kinect a la Xbox One actuales.
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Aquí tenemos precisamente una de las causas del fracaso de Kinect. Su sensor 3D usa un conector propietario que Microsoft eliminó de la Xbox One S para ahorrar espacio en la versión más pequeña de la consola. Por tanto, la única forma de usar un Kinect en las únicas consolas Xbox One disponibles en el mercado en la actualidad es con un adaptador, lo que también implica sacrificar un puerto USB de la consola. Esta misma situación es la que se da a la hora de usar el sistema en el PC.
Ante la baja disponibilidad del sistema y su adaptador en la actualidad, los vendedores y revendedores están explotando la situación con precios de venta muy elevados por lo que solo los más fans o los más adinerados pueden hacerse con ello.
[irp]Al final la muerte de Kinect es algo triste, este sistema de detección de movimiento ha sido más popular que el Nintendo Wiimote y más que el PlayStation Move. También ha sido más accesible para los desarrolladores, produciendo experimentos interesantes en el ámbito de la interacción humana-computadora.
