A lo largo de los últimos años hemos visto la llegada al mercado de multitud de dispositivos de almacenamiento SSD externos. Este hecho, junto a la bajada de precios de la memoria NAND y por tanto de los SSD, hace que muchos usuarios se planteen dejar de lado su HDD externo en favor de un moderno SSD.
En este artículo os hablamos de los principales pros y contras de un SSD externo versus un HDD externo. ¿Cuál ganará? ¿Merecerá la pena el sobre coste del SSD para almacenamiento?
Índice de contenidos
Ventajas y desventajas de los SSD externos
Como todo en la vida, nada es perfecto, en el mundillo de Internet se habla mucho de las virtudes de los SSD externos, pero no es justo decir que no tienen sus desventajas frente a los tradicionales discos duros magnéticos. A continuación os resumimos los principales pros y contras de un SSD externo frente a un HDD externo.
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Ventajas
- Velocidad: tanto la transferencia como el acceso son muy superiores a los HDD, incluso si estuviéramos considerando RAID. Los nuevos controladores ofrecen velocidades de transferencia aproximadamente 10 veces más rápidas que las mejores unidades de disco duro disponibles, las soluciones basadas en USB son 4-5 veces más rápidas en la transferencia, mientras que cualquiera de las soluciones tiene aproximadamente 100 veces menos tiempos de acceso a los datos
- Fiabilidad: Se dicen muchas cosas acerca de los SSD que tienen una expectativa de vida establecida, pero esto no es suficiente para escribir operaciones. Incluso si el controlador decidió que una celda de memoria alcanzó su expectativa de vida, no le permitirá escribir en ella, pero podrá recuperar los datos. Las pruebas de estrés en la vida real mostraron que el tiempo nominal de falla establecido por la mayoría de los fabricantes de SSD es mucho más corto de lo que pueden lograr las unidades. El consumidor promedio no estará ni siquiera cerca de agotar la vida útil promedio de una unidad SSD durante una década o más. Los discos duros que hacen eso son una rara excepción
- Coste de implementación: las grandes ventajas de velocidad permiten instalar programas y sistemas operativos en tiempos mucho más cortos que hacer lo mismo con discos duros grandes. Incluso si no tienes suerte y falla un SSD, puedes reemplazarlo y volver a implementarlo mucho más rápido de lo que lo harías con un HDD de capacidad similar.
- Consumo: menor consumo de energía que los discos duros, algo especialmente relevante para los portátiles
- Silencio: no hay ruido al n tener partes mecánicas que se muevan.
Incovenientes
- El precio por GB es considerablemente más alto que el de los discos duros.
- Capacidades disponibles: incluso los SSD de alta capacidad no pueden competir con los HDD cuando necesitas grandes cantidades de datos almacenados.
- Algunos de los primeros modelos no eran muy confiables desde la perspectiva del controlador / firmware, pero en los últimos 2 o 3 años, la mayoría de los problemas parecen haberse solucionado.
Tal y como podemos ver, los SSD externos tienen muchas ventajas, algo que unido a la bajada de precio de estas unidades, hace que sea más recomendables que nunca. Si necesitas poder mover grandes cantidades de datos de un dispositivo a otro de forma regular, un SSD externo será la solución perfecta para ti, ya que te permitirá ahorrar mucho tiempo, y el tiempo es oro hoy en día.
Mucha gente piensa que se pueden recuperar datos de un HDD muy fácilmente en el caso de que presente algún fallo. Esto es algo que es posible en algunos casos, pero en muchos otros no es posible. Es cierto que en el caso de fallo en un SSD no podremos recuperar los datos de ninguna forma, pero la mayoría de los usuarios tampoco lo harán en caso de un fallo físico en un HDD. Si tienes muchos datos críticos, la copia de seguridad regular será tu mejor garantía a la hora de poder recuperar los datos de un HDD o SSD dañado. Con los precios de los SSD actuales, no es tan complicado poder hacer copias de seguridad en ellos, especialmente en el caso de documentos y fotos, archivos que no suelen ocupar muchas decenas de GB.
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