Si desconoces el significado del término, lo cierto es que eso de «viernes negro» puede hacernos pensar en algo negativo. No hay más que recordar el «jueves negro» de 1929 en el que la Bolsa de Nueva York se desplomó dando comienzo a una de las mayores crisis económicas del capitalismo, la «Gran Depresión» de los años treinta. Sin embargo, la realidad es el Black Friday es el mayor evento de compras del año, un buen momento para adelantar las compras de Navidad ahorrándote un dinerito, o darte ese capricho que llevas tanto tiempo retrasando. Sin embargo, ¿cuál es el origen del Black Friday que ya hemos asumido como una celebración más en la mayor parte de países del mundo?
El origen del Black Friday
El Black Friday supone en punto de arranque de las compras de Navidad. Se trata de una tradición relativamente reciente en España y en otros muchos rincones del planeta que ha sido importada de Estados Unidos, como otros tantos eventos (Halloween en su sentido moderno). Básicamente consiste en una importante bajada de precios y aunque la mayor atención se la llevan los productos de electrónica e informática, ya es habitual que comercios de todo tipo se sumen a esta celebración. Durante el Black Friday, las ventas se disparan, tanto que algunos comercios hacen su particular agosto. Pero bueno, todo estos ya lo sabias, ¿verdad? Veamos de dónde viene eso de Black Friday.
La celebración del Black Friday no tiene lugar en una fecha concreta del calendario cada año, sino que se celebra el viernes siguiente al día de Acción de Gracias. Por ello, en 2018, el Black Friday será el viernes 23 de noviembre, justo al día siguiente de aquella festividad tan familiar y tan arraigada en Estados Unidos. En algunos lugares encontrarás que el «viernes negro» tiene lugar «el último viernes del mes de noviembre», pero no parece ser cierto pues en 2018, ese último viernes es el viernes 30, y no es ese día cuando nos volveremos locos comprando.
Como os adelantaba al comienzo, aunque hoy el Black Friday es un evento positivo, de ofertas y descuentos en miles de productos y en miles de comercios, el origen de la expresión no se relaciona con estas oportunidades, ni tampoco con las compras navideñas. El origen del Black Friday está vinculado a las primeras crisis del capitalismo.
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Jay Gould y Jim Fisk, dos señores dedicados a la banca, las finanzas y las inversiones en Wall Street (Bolsa de Nueva York, Estados Unidos), se esforzaron por obtener grandes beneficios sin embargo, todos sus esfuerzos no sirvieron de mucho, y el viernes 24 de septiembre de 1869 el mercado entró en bancarrota. Es por ello que ese día se comenzó a conocer como “viernes negro”, poseyendo unas connotaciones negativas que no se dan en la actualidad para el evento moderno. Pero esta no es la única explicación del Black Friday.
La historia que ha acabado por configurar lo que hoy conocemos como el Black Friday también está relacionada con el pequeño comercio. Cuentan por tierras de Trump que hubo un año en el que todo fueron pérdidas y por tanto, números rojos. Sin embargo, al día siguiente a Acción de Gracias, comenzaron a registrarse ganancias, y esos números rojos se tornaron en negros, de ahí lo de «viernes negro», esta vez, con una connotación positiva mucho más en línea a su sentido actual.
Y si continuamos avanzando en la línea del tiempo, fue el prestigioso diario The New York Times el que, el 19 de noviembre del año 1975, habló por vez primera de «negro», esta vez refiriéndose al caos vivido en la ciudad de Nueva York el día posterior a Acción de Gracias debido a los potentes descuentos ofrecidos por muchos comercios.
[irp]Como vais, el Black Friday se ha ido configurando con el paso de los años, y guarda una larga historia tras de sí. Eso sí, siempre vinculada a Estados Unidos hasta época muy reciente.
