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El Variable Overdrive es tu aliado contra el ghosting en juegos

El Variable Overdrive es una de las tecnologías más interesantes que encontramos en monitores gaming, ya que nos permite acabar con el ghosting en cualquier situación. Casi cualquier monitor gaming actual tiene un ajuste denominado overdrive, pero su efecto es limitado y tiene muchas limitaciones. En este artículo, te explicaremos los conceptos principales (ghosting y overdrive) para luego aclarar por qué el Variable Overdrive es realmente interesante.

Ghosting en monitores, uno de los mayores enemigos del gamer

El overdrive es una característica de los monitores destinada a solucionar el problema del ghosting.

Entendemos por ghosting al desagradable efecto que se da cuando un objeto en movimiento deja una «estela» o una «sombra», de ahí esta denominación, pues estamos hablando de unas sombras fantasmas que pueden ser muy molestas, sobre todo si jugamos a shooters, donde el movimiento es muy rápido.

Imagen de Reddit

Como vemos en la imagen de arriba, cuando aparece este efecto de ghosting notaremos un rendimiento mucho menos fluido. No solo es que sea molesto, sino que además puede suponernos una menor competitividad en juegos al posicionar incorrectamente un objeto en movimiento (debido a este efecto).

El ghosting se agrava cuando hay un tiempo de respuesta demasiado alto, y es un problema de muchos monitores gaming actuales, sobre todo si su tasa de refresco es de 60 Hz.

Overdrive soluciona el ghosting, ¿o no?

Una vez explicado el fenómeno de ghosting, la pregunta del millón es, ¿cómo lo solucionamos? Una de las formas más fáciles y usadas es el llamado overdrive, que como ya te adelantamos es una característica de los monitores destinada a reducir el efecto del ghosting.

Esta funcionalidad ataca directamente a la causa del ghosting: una diferencia en la velocidad con la que los píxeles cambian de color, formando este efecto fantasma cuando hay movimiento. Overdrive hace que las transiciones de los píxeles sean más rápidas a base de aplicar un mayor voltaje a esos píxeles.

¿Y cuál es el problema del overdrive? Pues básicamente que no es un efecto 100% infalible, porque podemos aplicarlo de forma más o menos severa, y no vamos a tener siempre el mismo efecto.

En concreto, los monitores nos permiten ajustar varias configuraciones de overdrive, y según la situación unas serán más idóneas que las otras. Si el overdrive es demasiado laxo, seguirá habiendo ghosting. Pero si nos pasamos con el overdrive habrá un efecto de «inverse ghosting» y otros artifacts, donde podemos decir que el remedio es peor que la enfermedad.

Variable Overdrive, la solución al ghosting en monitores

El overdrive no solo tiene el problema de que sea difícil encontrar el «punto óptimo» que elimine el ghosting. Otro de sus problemas es que no se puede usar en monitores con tasa de refresco variable. En concreto, cuando tenemos un monitor con una configuración «estática» de overdrive, esta se inhabilita cuando activamos NVIDIA G-SYNC o AMD Freesync. El motivo es que los algoritmos de overdrive están pensados para una tasa de refresco concreta.

La solución a esto se denomina Variable Overdrive. Lo que consigue es, tal y como su nombre indica, hacer variar automáticamente el ajuste de overdrive a medida que cambia la tasa de refresco. Es algo mucho más transparente al usuario, porque no se tiene que preocupar del mejor ajuste de overdrive posible a la tasa de refresco máxima, y a la vez permite mitigar el ghosting incluso con las variaciones de Hz propias de tecnologías como FreeSync o G-SYNC, sin causar efectos secundarios.

En un monitor con Variable Overdrive, no solo tenemos una relación 1:1 entre FPS y tasa de refresco, sino también estaremos usando el ajuste de overdrive más correcto en cada momento.

¿En qué monitores podemos encontrarlo?

El variable overdrive es una característica que está incluida en todos los monitores con NVIDIA G-SYNC Nativo y Ultimate. Es decir, aquellos monitores que traen un chip dedicado de G-SYNC, frente a los que se anuncian como «G-Sync Compatible», que no lo incluyen.

En el caso de los monitores con G-SYNC Compatible o AMD FreeSync, que son mucho más baratos, no hay implementaciones de Variable Overdrive, pero sí de overdrive dinámico.

Básicamente, el overdrive dinámico consiste en conseguir activar el overdrive estático en monitores que usan estas tecnologías. Ya hemos explicado que no se podía usar una tecnología de overdrive «normal» en un monitor con tasa de refresco variable, pero esta es una excepción. El problema es que no soluciona los problemas del overdrive estático que sí se solucionan con Variable Overdrive.

Y aquí es donde llegamos al gran inconveniente del Variable Overdrive: que está restringido a monitores muy caros. Incorporar el chip G-SYNC en un monitor es algo que sale carísimo, además de que la demanda se ha movido fuertemente a monitores con FreeSync o G-SYNC Compatible.

Al fin y al cabo, a la gente le interesa más tener un buen monitor calidad-precio que contar con tecnologías como esta, y tiene todo el sentido del mundo. En un monitor con una tasa de refresco elevada (144 Hz, por ejemplo), el impacto del ghosting suele ser limitado, y solo los jugadores más competitivos y con un ojo muy entrenado se verán afectados por este problema.

Palabras finales y conclusión sobre el Variable Overdrive

Uno de los efectos más odiados por los gamers es el ghosting. Los fabricantes de monitores lo saben perfectamente, y por eso han desarrollado tecnologías como el overdrive para conseguir mitigarlo. Lo que se hace con el overdrive es aumentar el voltaje de ciertos píxeles para acelerar su transición de un color a otro, intentando igualar las velocidades de transición de todos los píxeles, cuya asimetría causa el ghosting.

Sin embargo, el overdrive tiene dos problemas muy importantes:

  • Tenemos que encontrar cuál es el ajuste idóneo de overdrive, pues hay varios niveles distintos. Si elegimos uno demasiado bajo, no se arreglará el problema del ghosting, pero si nos pasamos de rosca aparecerán efectos secundarios tan malos o peores, como el llamado ghosting inverso.
  • En monitores con tasa de refresco variable, como los que llevan AMD FreeSync o NVIDIA G-Sync, no se puede usar un overdrive «estático». El motivo es que un algoritmo de overdrive está pensado solo para una tasa de refresco concreta.

La solución a todos estos problemas es el Variable Overdrive. Lo que consigue es ajustar el algoritmo dinámicamente para obtener el mejor nivel de overdrive posible en cada momento, en función de la tasa de refresco que esté usando el monitor. Es una excelente manera de solucionar este problema.

Te recomendamos la lectura de nuestra guía de mejores monitores del mercado.

Sin embargo, el Variable Overdrive no está exento de inconvenientes. Y es que solo está disponible en monitores con chip G-SYNC (no incluye los «G-SYNC Compatible»), y estos son monitores bastante más caros de lo normal.

La conclusión a la que podemos llegar es que el Variable Overdrive es el complemento perfecto de un monitor caro, pero no es imprescindible para la mayoría de gamers. De hecho, ya solo con tener un monitor con una tasa de refresco elevada conseguimos reducir muchísimo el ghosting, de forma que a nadie le moleste.

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