Se acaba de anunciar por parte de MSI un combo de placa base y sistema de refrigeración líquida todo en uno para los procesadores Intel Rocket Lake-S. Este combo se basa en la placa base MSI MPG Z590 GAMING CARBON WIFI y la RL AiO MPG CORELIQUID K360
Este combo de placa base y procesador se ha creado para ofrecer a los aficionados a los videojuegos, streamers o editores una solución perfecta. MSI recomienda usar para la placa base MPG Z590 GAMING CARBON WIFI y la refrigeración líquida MPG CORELIQUID K360 usar el procesador Core i7-11700K, la mejor solución polivalente para todos los posibles escenarios.
La placa base de MSI ha sido especialmente desarrollada para soportar los procesadores Intel Rocket Lake-S. Esta placa base MPG Z590 GAMING CARBON WIFI cuenta con un sistema de fases VRM de alta calidad, con un total de 16 Duet Rail Power System. Se ha incluido también la tecnología propietaria Core Boost que permite una entrega eficiente y sin distorsiones de la CPU.
Cuenta esta placa base con la tecnología WiFi 6E y LAN Intel 2.5, que ofrece una alta velocidad de conexión a internet con unas latencias ínfimas. Además, esta placa base cuenta con ranuras SSD M.2 con disipación pasiva integrada. La primera de las ranuras SSD M.2 hace uso de la interfaz PCIe 4.0.
Esta refrigeración líquida de MSI es perfecta para sacar el máximo rendimiento a los procesadores Intel Core i7-11700K. La RL AiO MPG CORELIQUID K360 cuenta con los ventiladores exclusivos TORX FAN 4.0, permitiendo obtener un excelente flujo de aire y obtener la máxima disipación de calor. Además el bloque de agua cuenta con un TORX FAN 3.0 de 60mm que ofrece refrigeración concentrada en la CPU y además reparte el aire hacia los SSD M.2, VRM y el resto de componentes circundantes.
El procesador Core i7-11700K con esta refrigeración líquida y bajo el benchmark Cinebench R20 puede funcionar a 4.6GHz sin problemas en un núcleo. Puede llegar incluso a una frecuencia de 5.0GHz con overclocking.
Gracias al ventilador TORX FAN 3.0 integrado sobre el bloque de la CPU, se puede disipar el calor de las fases VRM y de las unidades SSD M.2. Este disipador permite llevar aire a las zonas críticas y mejorar así el rendimiento. Sin el ventilador las fases VRM se ponen a una temperatura de 74ºC, mientras que con el ventilador encendido la temperatura cae a los 57ºC, lo cual supone una reducción de temperatura del 23%.
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Pero también afecta positivamente a la temperatura de las unidades SSD M.2. Una unidad SSD M.2 con un disipador pasivo trabaja a unos 80ºC, mientras que con el ventilador incorporado sobre el bloque de la CPU la temperatura decae a los 61ºC, lo cual supone una reducción de temperatura del 21%. MSI nos aclara que no se vende el formato kit, tenéis que comprar los componentes por separado.
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