Hace unos meses la Comisión Europea multaba a Google, por forzar a que los fabricantes de teléfonos Android instalarán sus apps. Por eso, la empresa anunció que tomarían medidas en este sentido, algo que ocurre ya. Porque anuncian que pretenden cobrar a los fabricantes por instalar dichas aplicaciones. No será obligatorio para ellos usarlas, pero en caso de quererlas, deberán pagar.
Mientras que el sistema operativo se va a mantener como hasta ahora, libre y abierto para todos. Así lo ha confirmado la propia Google en estas declaraciones.
Los fabricantes de teléfonos Android no van a tener que firmar un acuerdo con Google de manera anticipada, por el cual tendrán que instalar estas aplicaciones en sus teléfonos. Van a tener la posibilidad de decidir si las quieren o no. Para aquellos que las quieran usar en la Unión Europa, deberán tener que pagar. Aunque no habría que pagar por todas, sino que serían pagos por Play Store o Google Chrome.
En este sentido todavía no se ha concretado nada al 100%, o al menos no se han revelado todos los datos. Pero los fabricantes van a tener ahora más poder de decisión y elegir qué aplicaciones de Google, si es que las quieren, poder instalar.
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