Baterías biodegradables

Recientemente, en 2021, en Singapur, un grupo de investigadores, quisieron crear baterías que fuesen ligeras, flexibles y biodegradables, pudiéndolas tirar a la naturaleza y que se descompusieran. Estaban fabricadas a partir de zinc serigrafiado en hojas de papel de celulosa y con el grosor de dos pelos humanos.

Los científicos que lo consiguieron eran de la NTU (Universidad Tecnológica de Nanyang). Este logro se logró gracias al uso de hidrogel para imprimir los electrodos de zinc serigrafiados por ambos lados de la hoja de celulosa y recuebiertos de una fina lámina de oro para mejorar la conductividad. También se usó tinta de zinc y carbono para el ánodo y de manganeso para el cátodo.

Fundas de móviles BIO

La compañía Organicore, recientemente, también ha lanzado al mercado fundas para dispositivos móviles fabricados con plantas. Estas fundas difieren de las actuales de plásticos o TPU, ya que son 100% ecológicas y se descomponen de forma natural al tirarlas.

Y no solo eso, la calidad es extremadamente buena. Por lo que hay que agregar a eso junto con los materiales ecológicos empleados, y el ser 100% compostable, resistente a caídas y compatible con los modernos móviles.

Dispositivos fabricados con setas

Martin Kaltenbrunner, un ingeniero electrónico de la Universidad de Johannes Kepler de Linz en Austria y su equipo, también han liderado una investigación para poder fabricar dispositivos electrónicos a partir de setas, sí, de la piel del micelio de estos hongos.

Estas setas Ganoderma lucidum son muy fáciles de cultivar, baratas, y con su piel se podrían fabricar dispositivos resistentes e incluso resistentes a temperaturas muy elevadas gracias a las capas ultrafinas. Además, se podrían reciclar y se podrían crear componentes como las placas de sensores, componentes de baterías, etc.