La industria del automóvil sufre de forma notable desde hace meses la escasez de chips. Muchas marcas se han visto obligadas a reducir o incluso detener la producción en algunas de sus plantas. Marcas como BMW o Volkswagen estiman que esta escasez no va a terminar pronto, pese a algunos datos que se han ido filtrando estos meses. Podemos esperar aún hasta dos años.
No sería hasta 2023 cuando esta escasez de chips llegue a su final. Por lo que los problemas de producción no van a terminar pronto.
A comienzos de año se esperaba que la escasez de chips se fuera a solucionar a lo largo de este año, posiblemente en verano. Aunque los CEO de firmas como BMW, Mercedes o Volkswagen no son tan optimistas. Se estima que al menos hasta bien entrado 2022 no se haya solucionado este problema. De hecho, lo más probable es que no sea hasta 2023 cuando los problemas estén realmente solucionados.
Esto es algo que supone que la producción de nuevos coches de estas marcas se va a ver afectada de forma notable. En algunos casos incluso podrían verse obligados a detener la producción de algunos coches durante un tiempo.
Los fabricantes alemanes se ven por tanto afectados por esta escasez de chips. BMW, Mercedes o Volkswagen son algunas de las marcas de referencia en Alemania, que ven como pueden perder algo de mercado, si bien es la industria al completo la que se ve afectada. De hecho, marcas como Tesla o Toyota también tienen problemas con su producción justamente por esto.
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