Mucha gente compra un disco duro externo con la idea de sacar el disco que viene dentro y darle otro uso. ¿Realmente es una opción razonable? En este artículo vamos a analizar por qué alguien querría hacer algo así, qué es lo que hace falta para que sea posible, y si es una buena idea o no. ¡Vamos allá!
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Comencemos viendo cuáles son algunos de los posibles motivos por los que alguien querría sacar el HDD que viene dentro de un disco duro externo.
La primera motivación puede ser el precio, y no hablamos del precio normal, que normalmente es más caro que el de un HDD interno, sino de cualquier posible oferta que pueda haber. Por ejemplo, si alguien está buscando un HDD interno la mejor capacidad posible al precio más bajo, entonces puede encontrarse con ofertas especiales de (por ejemplo) discos reacondicionados. ¿Y si solo encuentra uno externo en oferta? En ese caso, tendría mucho sentido, si se pudiese, comprar el HDD externo rebajado, abrirlo y montarlo en el PC.
En el caso de que sea alguien que ya tiene el HDD externo comprado, entonces ya sí que se nos vienen a la cabeza varias motivaciones, como que por ejemplo se le haya estropeado un HDD de su PC y necesite un reemplazo interno pronto, o lo que quizás sea más común: se le ha roto la conexión de la carcasa original y quiere sacar el disco de dentro para darle otro uso o para comprarle otra caja. Una muy buena idea, sin duda.
Pues bien, quien busque abrir un disco duro externo debe tener en cuenta dos cosas: que sea razonablemente sencillo de abrir y que tenga una conexión estándar en su interior.
En la actualidad, el tipo de interfaz que usan los discos duros para conectarse a los ordenadores se llama SATA. Tiene una forma de funcionar y unas conexiones muy concretas, y realmente si el HDD que encontremos dentro del disco externo usa ese tipo de conexión entonces podremos montarlo en cualquier ordenador sin problemas, o usarlo en cualquier carcasa.
El tipo de conexión que vemos fuera en un HDD externo puede estar conectado al disco del interior de la carcasa de dos maneras: o estará totalmente soldado al HDD, por lo que ya no podemos hablar de que sea SATA (seguramente sí respete la propia interfaz, pero NO la conexión), o puede estar simplemente en un circuito que use una conexión SATA estándar hasta el HDD. Esto último es lo que buscamos.
Si no es SATA siempre podríamos aprovechar la conexión que tenemos, montar el disco dentro del PC y conectarlo por USB… pero no le vemos mucho sentido
Respecto a las facilidades de apertura, resulta evidente que no podremos abrir el HDD externo si se nos ponen las suficientes dificultades en el camino. Sin embargo, en la mayoría de los casos las carcasas simplemente serán dos piezas unidas entre sí que podremos separar con la ayuda de un destornillador plano, cúter o similar. Además, que sepamos no habrá pegamento impidiendo sacar el HDD ni nada por el estilo, sería un poco surrealista.
Nosotros te vamos a dar esta información para los modelos más vendidos del mercado, para así intentar ayudar directamente desde aquí al mayor grupo posible de usuarios. Hemos hecho exactamente lo mismo que indicamos arriba.
Tanto si aprovecháis nuestra información como si la buscáis por vuestra cuenta, debéis saber que aunque encontréis un modelo de HDD externo idéntico al vuestro es posible que por dentro sea distinto. No nos parece muy probable, pero hay que avisar por si acaso, sobre todo si nos vamos a información de hace ya muchos años.
En este caso nos basaremos en un vídeo de 2012, en el que se nos muestra claramente el interior de este disco duro externo (que es uno de los más vendidos del mercado y muy fácil de abrir, por cierto).
Ya era hora de tener un poco de suerte, ¿no? El Seagate Expansion, que es también uno de los modelos más vendidos del mercado actualmente, tiene en su interior un HDD con conexión SATA normal. Es decir, que el PCB en el que está el conector que nosotros usamos no se suelda al disco, sino que se conecta mediante un SATA perfectamente estándar. ¡Genial!
Eso sí, tened en cuenta que las versiones de 3TB y más usan un disco duro que en realidad tiene la altura de 2, es decir, es de formato 2.5″ pero con altura doble. Las versiones de 2TB y menos traen un HDD interno totalmente normal, por fortuna.
En este caso hablamos de una unidad de mayor tamaño que las anteriores, es decir, que estaremos básicamente ante un disco de tamaño 3.5″. Aquí nos esperamos claramente que sea un disco totalmente normal. ¿Lo será?
Pues luego de un desmontaje que no se complica en exceso, encontramos al HDD atornillado a un PCB en el que hay una conexión totalmente normal, así que todo bien.
En resumen, hemos visto cómo esta cuestión no es fija, no podemos afirmar con rotundidad que los discos externos vengan con discos totalmente estándar, pero lo cierto es que tenemos donde elegir si queremos retirar su HDD interno.
En el artículo nos hemos centrado en los discos duros en sí, es decir, los HDD. Pero hay un caso muy distinto que son los SSD externos, mucho más veloces pero también caros. Aquí, al ser más nuevos en general es más probable que nos encontremos con un formato de conexión no estandarizado en su interior.
Si estás en uno de los casos en los que se puede conectar el HDD al PC sin problemas, ya que usa una conexión SATA estándar, entonces estás de enhorabuena. Sin embargo, debes tener muy presente que de esta manera invalidas cualquier garantía que tenga el disco externo, algo que ya se hace en el propio proceso de apertura del mismo.
Esto en la mayoría de los casos solo implica que nadie responderá ante cualquier problema con el HDD, pero al fin y al cabo si tuvieses toda la garantía no te rescatarían los datos del disco en caso de pérdida, por ejemplo. La garantía estándar de un HDD prácticamente solo sirve para obtener un reemplazo, perdiendo todos los datos. Así que ya es algo que debe valorar cada uno.
Por una parte, hay que tener un buen motivo para hacer esto. Por ejemplo, que tuviésemos la intención de comprar un HDD interno, pero hayamos visto una muy buena oferta de uno externo, algo que no es descabellado que ocurra. Por otra, debemos tener en consideración que el disco interno podría no tener una conexión estándar. Esto es algo que pasa cada vez más, por desgracia.
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En caso de que el disco duro externo que tengamos o vayamos a comprar tenga una conexión SATA estándar, entonces lo podremos montar en cualquier PC o ponerlo en una carcasa sin ningún problema. Así que todo aquel que esté en un supuesto donde es razonable hacer este proceso de extracción del HDD no tendrá ningún problema al respecto.
Finalmente, nuestras dos últimas dos recomendaciones son que si buscas un disco duro interno para tu PC tenemos una excelente guía de mejores HDD del mercado. Y si vas a por un externo, tengas el objetivo de abrirlo o no, la verdad es que lo mejor es que empieces a juzgar si el disco se puede sacar o no, ya que nunca se sabe si algún día lo necesitarás y al fin y al cabo soldar los conectores externos a los HDD es una práctica discutible de cara al consumidor.
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