Algunas aplicaciones para Windows tienen un funcionamiento más lento de lo que a los usuarios nos gustaría, afortunadamente existe un pequeño truco que nos ayudará a acelerar aplicaciones más lentas en nuestro sistema Windows de una forma muy sencilla, tan solo tenemos que asignar más recursos con una prioridad más alta.
Para asignar más recursos con una prioridad más alta a una aplicación y acelerar su velocidad de funcionamiento tan solo tenemos que seguir unos pasos muy sencillos y que os describimos a continuación:
Abre el Administrador de tareas, la forma más sencilla es presionar a la vez las teclas CTRL + Mayús + ESC.
A continuación nos dirigimos a la pestaña Aplicaciones, una vez ahí hacemos click derecho y entramos en Ir al proceso sobre el nombre de la aplicación a la cual queremos asignar más recursos de alta prioridad para acelerar su funcionamiento.
El último paso es hacer clic con el botón secundario del ratón en el proceso correspondiente a la aplicación que quieres modificar, en el apartado Establecer prioridad, elige la prioridad que desees. Cuanto mayor es la prioridad más recursos se le asignan.
Si asignas una alta prioridad a aplicaciones que hagan un uso muy intensivo de los recursos es posible que disminuyan demasiado los recursos disponibles y que el sistema experimente un congelamiento.
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